miércoles, 10 de diciembre de 2008

Un gran libro


Hace unos meses leí un artículo en el que se recomendaba un libro, Los peces de la amargura de Fernando Aramburu. En la breve reseña del artículo literario se hace referencia a que es un libro que nos muestra de manera clara y sencilla la realidad del País Vasco, de sus habitantes, de los miedos de algunos y de los odios de otros. Me llamó la atención y lo apunté para que no se me olvidara.

Una mañana de sábado, dando un paseo sevillanísimo, de esos que nos encanta, entré en una famosa librería de la calle Tetuán, y salí feliz con el libro de 250 páginas.

Nada más llegar a casa empecé a leerlo y me duró apenas dos días.

Es un libro que se estructura en diez historias de diez personas distintas con un mismo fondo, la sinrazón del terrorismo etarra. Refleja el miedo de una sociedad, el silencio de un pueblo, una ciudadanía que mira demasiado para otro lado, el sentimiento de culpabilidad de las víctimas, el odio, el rencor o el desprecio por la vida humana del los que cometen estos actos de barbarie o de los que los apoyan.

Algunas de estas historias nos cuentan el sinvivir de un padre con su hija hospitalizada por ser víctima de un acto terrorista de forma casual, pasaba por la calle cuando explota un coche bomba. La huída de una madre con sus hijos, del pueblo donde han vivido, por ser la viuda de un policia asesinado. La vergüenza de los hijos de un hombre que es acusado de chivato de la policia. El pensamiento de un joven, que sabe que va a perder gran parte de su vida, encerrado en una celda. Los miedos y complejos de un joven de treintaytantos que vió morir a su padre de niño...

En definitiva, un libro, donde el autor, refleja con una claridad aterradora el día a día de un pueblo que vive en la oscuridad por la sinrazón de unos pocos.

2 comentarios:

Monchi dijo...

Q miedo de realidad.Despertar cada día inmerso en ese terror debe ser algo tremendo.Muchas veces creemos q las victimas son sólo las que caen en cualquiera de los atentados,pero hay muchas victimas de la vida diaria.
He ahí un motivo más para tener claro que vivimos en uno de los lugares mejores del mundo.

Trianeando dijo...

Que tal ?

Gran rincón para tus "cosas de locos",
se nota de donde eres y quieres ser costalero miarma . . . Jajajaja.

En fin sobre la entrada,
no hay cosa más triste en este mundo, que levantarse y acostarse con miedo.
Es hora de acabar con estos fracasados de la vida, que pretenden conseguir su fin con una pistola o una bomba ya que no tienen argumentos, ni valor, para ir de frente.
Como nos gusta a nosotros.
(A mi también pa´tras).
Corregir a mi amigo legionario, decirle, que no vivimos en uno de los mejores lugares del mundo, sino en el mejor. En Sevilla.

Un beso y enhorabuena por tu blog.